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Eje Futuro - Page 24

  • Australia insta a la U.E. a seguir su ejemplo para detener la llegada de inmigrantes.

     

    El primer ministro australiano, Tony Abbott, aconsejó este martes a la Unión Europea que siguiera el ejemplo de su país y rechazara todas las embarcaciones de migrantes con el objetivo de impedir dramas como el naufragio del domingo en el Mediterráneo.

    "Cientos, quizás miles de personas se ahogaron intentando alcanzar Europa desde África. El único medio de impedir estas tragedias es poner fin [a la llegada] de los barcos", declaró a la prensa el jefe de gobierno conservador, quien considera "urgente que los europeos adopten una política muy firme que ponga fin al tráfico de seres humanos en el Mediterráneo".

    Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), unos 800 migrantes perdieron la vida el domingo en el naufragio de su embarcación frente a las costas de Libia.

    El comisario europeo de Asuntos de Interior, Dimitris Avramapoulos, detalló el lunes un plan de 10 puntos, que servirá de punto de partida para los jefes de Estado y de gobierno de la UE en la cumbre extraordinaria del próximo jueves. El plan prevé aumentar los recursos financieros de la operación de vigilancia marítima 'Tritón' e incrementar su cobertura geográfica (actualmente se limita a las aguas territoriales). Bruselas también intentará capturar y destruir los buques utilizados por los traficantes y buscará aumentar la cooperación con los países afectados por el fenómeno, indicó la Comisión.

    Tras la llegada al gobierno australiano, en septiembre de 2013, el ejecutivo de Abbott lanzó la operación 'Fronteras soberanas' para impedir que los refugiados lleguen por mar al país. Para ello, los buques de la marina australiana interceptan los barcos con migrantes y los envían de vuelta a su punto de tránsito, en general Indonesia.

    Asimismo, los demandantes de asilo que alcanzan las costas australianas son trasladados a centros de retención en la isla de Manus, en Papúa-Nueva Guinea, o en la isla de Nauru, en el océano Pacífico.

    Aunque la demanda de asilo se considere finalmente legítima, el gobierno australiano no les dará permiso para instalarse en el país. La única opción es el regreso a su país, la vida en los campos de retención o el traslado a Camboya, país con el que Australia cerró un acuerdo.

  • La escuela de la ignoranacia:una crítica marxista a la "nueva pedagogía".

     

    Jean-Claude Michéa pertenece al grupo de filósofos franceses marxistas heterodoxos, que cuestionan sinceramente algunos de las especulaciones marxistas más tradicionales, sin que ello implique desconsiderar los criterios básicos, tanto teóricos como prácticos, de Carlos Marx. En ocasiones estos profesores universitarios se acercan a postulados propiamente anarquistas y antiautoritarios, pero enseguida se cohíben y retroceden -¡aún a costa de perder toda coherencia y honestidad intelectual!- al comprobar la abismal diferencia que separa a una y otra sociologías, sobre todo, en lo que se refiere a la actitud frente al Estado y la política institucional. Una y otra vez estos autores tropiezan en la misma piedra de su maestro: la exaltación del Estado Fuerte y la conquista del Poder político, como solución a los problemas y modos del régimen capitalista. Llegan a describir el laberinto con precisión, pero no aciertan a salir de él

    Esta situación es particularmente evidente en este librito sobre el papel de la Escuela y las sucesivas reformas educativas en la moderna sociedad capitalista y su progreso globalizador que, por otro lado, arremete contra el izquierdismo progresista post-68, al que acusa de colaborador necesario del Mercado capitalista y ser su instrumento ejecutor en la delicada tarea de producir la ignorancia general.

    Pocas veces puede comprobarse como en este caso, un contraste mayor entre la capacidad para describir brillantemente una institución social (las reformas escolares y planes educativos en las sociedades capitalistas más progresadas) y la confusión sobre los fenómenos que la hacen posible y están en la raíz de su éxito.

    Según Michèa las sociedades industriales llevan décadas realizando reformas educativas -al estilo de la LOGSE o la actual Ley de Calidad de la Enseñanza, en España- con el objetivo manifiesto de convertir los centros de enseñanza en un dramático dispositivo para producir ignorancia en los escolares, en un contexto de banal alegría y frivolidad sin parangón posible. Una ignorancia que destruya todas las formas de relación social, costumbres, valores, hábitos, “arcaísmos” o convicciones persistentes en la sociedad y que, de algún modo, suponen un freno para el avance del Mercado y su ley.

    Los gerentes del capitalismo reconocen abiertamente que su expansión depende de la desaparición de todos esos “arcaísmos precapitalistas” en aras del nuevo y único valor: el interés privado, que, por otra parte, resulta ser el interés menos humano, antisocial por definición. “La historia de los últimos treinta años es precisamente la historia de los esfuerzos prometeicos realizados por las nuevas élites mundiales para llevar a cabo esta sociedad imposible” [regida por un principio antisocial y devastador], con la inestimable ayuda de los sistemas educativos oficiales para hacer tabla rasa de viejas sabidurías y valores.

    Sin ningún rigor, Michéa considera a la agitación estudiantil del 68 en Francia, fundamentalmente libertaria, como el primer movimiento deslegitimador de esos “arcaísmos anticapitalistas” que, según el autor, habría que en cierto modo defender, pues “a modo de obstáculos, entorpecían la expansión ilimitada de la lógica mercantil”. La filosofía básica del 68 y sus seguidores, disolvente y anarquizante, vendría de perlas a los actuales burócratas ministeriales y expertos “educativos” para legitimar sus planes de embobamiento y producción de Ignorancia por la institución escolar.

    La acusación a los estudiantes y obreros del Mayo 68 por su filosofía y acción más libertarias de facilitar el acceso al poder en Occidente del “nuevo” capitalismo, por haber combatido enérgicamente las bases ideológicas y sociales del “capitalismo arcaico” -¡ciertamente, menos eficaz pero no menos espantoso y feroz que el actual!- recupera las tesis de la izquierda oficial del pre-68, estalinista o eurocomunista que a aquellas alturas ya estaba en babia social, anclada en partidos y sindicatos absolutamente inútiles para cualquier ideal de libertad, igualdad social e internacionalismo verdaderos.

    Sin embargo, contra lo que afirma Michéa, es mucho más probable que la conversión de la escuela en una post-moderna fábrica de estupidez o el éxito de la maquinaria del tittyainment (palabro propuesto por Zbigniew Brzezinski, consejero del presidente Jimmy Carter, para designar el “cóctel de entretenimiento embrutecedor y de alimento suficiente que permitiera mantener de buen humor a la población frustrada del planeta”), se relacionen más con la izquierda progresista institucional, secuela de aquella otra que vendió por un mal plato de lentejas la insurgencia del Mayo 68 ese mismo mes de mayo.

    C.P.