Guillaume Faye fue un filósofo político y escritor francés que acuñó el término Arqueofuturismo, que se refiere a una síntesis de ideas antiguas y futuristas. Faye pensaba que la globalización y la inmigración masiva estaban amenazando el patrimonio cultural e histórico de Europa y que se requería una nueva visión para garantizar la supervivencia de la civilización europea.
Constantin von Hoffmeister
Guillaume Faye vs Alexander Dugin
Constantin von Hoffmeister
Guillaume Faye fue un filósofo político y escritor francés que acuñó el término Arqueofuturismo, que se refiere a una síntesis de ideas antiguas y futuristas. Faye pensaba que la globalización y la inmigración masiva estaban amenazando el patrimonio cultural e histórico de Europa y que se requería una nueva visión para garantizar la supervivencia de la civilización europea.
La actitud de Faye se basa en la preservación de las tradiciones europeas al tiempo que se abraza la tecnología y la innovación. Imaginaba un mundo en el que Europa perfeccionaría su propia especie, colonizaría el universo y construiría naves espaciales nombradas en honor a dioses paganos. Esta visión fue influenciada por su concepto de Eurosiberia, un bloque de poder que se extiende desde Dublín hasta Vladivostok, parcialmente inspirado en las ideas del pensador belga Jean Thiriart. Thiriart creía que una Europa unificada como entidad geopolítica y cultural, basada en el concepto de un superestado europeo unificado que sería lo suficientemente fuerte para competir con Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría, no solo serviría como contrapeso a las potencias dominantes de la época, sino que también proporcionaría un medio más efectivo para preservar el patrimonio cultural e identidad europea, que percibía como bajo amenazas.
Alexander Dugin es un polémico filósofo político y activista ruso conocido por apoyar el eurasianismo, una ideología geopolítica que busca unir a Rusia con otros países de la región euroasiática para establecer una "civilización euroasiática" contra Occidente. El Arqueofuturismo de Faye se opone al eurasianismo de Alexander Dugin en el área de la filosofía política. La visión de Faye destaca la importancia de preservar los valores y tradiciones tradicionales de Europa, que se remontan a la antigua Grecia y el Imperio Romano. Sostiene que las ideas de la Ilustración, como el individualismo y el secularismo, han erosionado estas tradiciones y representan una amenaza para la continuidad de la cultura europea. Dugin, por otro lado, critica la idea de la supremacía cultural europea y en su lugar favorece un mundo multipolar en el que diversas civilizaciones, incluyendo Rusia y China, puedan coexistir y cooperar.
Dado que Estados Unidos es esencialmente un miembro del dominio civilizatorio europeo, Faye lo ve como un adversario en lugar de un enemigo. Él advierte sobre los peligros de descuidar los ideales y tradiciones de Europa y considera la noción del eurasianismo de Dugin como una amenaza para la supervivencia de la civilización europea. Dugin, por otro lado, ve al Occidente, que incluye Europa y Estados Unidos, como el principal enemigo y argumenta que sus valores liberales ponen en peligro la supervivencia de otras culturas. Él cree que los Estados Unidos encarnan todo lo que está mal con el mundo moderno y rechaza por completo el concepto de la supremacía cultural occidental.
Faye y Dugin tienen puntos de vista opuestos sobre la participación de Rusia en Europa. Faye cree que Rusia debería ser miembro de un bloque de poder eurosiberiano que se extienda desde el Atlántico hasta el Pacífico, que sería una entidad política y económica autosuficiente con influencia global. Dado sus lazos culturales e históricos compartidos, Faye ve a Rusia como un aliado natural de Europa y considera que la cooperación entre Europa y Rusia es crucial para el futuro de la cultura europea. Dugin, en cambio, cree que en un mundo multipolar, Rusia debería liderar como el unificador del corazón de Eurasia. Él se opone al concepto de una Euro-Siberia unificada (o "Euro-Rusia") a favor de un orden mundial más fragmentado, en el que las diversas civilizaciones cooperan y compiten entre sí. Dugin ve a Rusia como contrapeso a la hegemonía cultural del Occidente y cree que debería luchar para promover los intereses del llamado mundo "no occidental".
En su libro "Arqueofuturismo", Faye discute el transhumanismo. Examina el potencial de la tecnología para transformar la humanidad y la sociedad mientras advierte sobre los peligros de la fe ciega en el progreso tecnológico. Faye sostiene que, aunque el transhumanismo tiene el potencial de avanzar significativamente en medicina y longevidad, también conlleva el riesgo de deshumanizar y mercantilizar a las personas. Faye también advierte que el transhumanismo podría exacerbar las desigualdades sociales existentes, ya que solo los ricos pueden permitirse tecnologías avanzadas. Dugin ha mencionado el transhumanismo en varias obras, incluido su libro "La Cuarta Teoría Política". Dugin critica el transhumanismo como una ideología que aspira a reemplazar al ser humano tradicional por una criatura posthumana mejorada tecnológicamente, lo que conduce en última instancia a la abolición de la humanidad tal como la conocemos. El transhumanismo, dice, es un síntoma de la obsesión del mundo moderno por el avance técnico, lo que ha resultado en la deshumanización de la sociedad y la erosión de los valores convencionales. Dugin sostiene que el transhumanismo es una visión de mundo dañina y nihilista que amenaza el destino de la humanidad.
La confrontación entre las visiones de Faye y Dugin ejemplifica la discrepancia más significativa entre sus perspectivas sobre la importancia de la tradición y el legado en el mundo moderno. Mientras que Faye cree en la necesidad de preservar la herencia cultural e histórica de Europa y ve a Estados Unidos como habiendo perdido su camino, Dugin rechaza por completo la idea de la superioridad cultural de Europa y considera a Estados Unidos una amenaza para otras civilizaciones. A pesar de sus perspectivas divergentes sobre el lugar de Rusia, Faye y Dugin están de acuerdo en que el orden mundial actual está controlado por los valores liberales occidentales, que deben ser desafiados. Faye cree que se necesita una Europa y una Rusia unidas para luchar contra esta supremacía, mientras que Dugin apoya un orden mundial más fragmentado en el que las diversas civilizaciones coexisten pacíficamente. Finalmente, sus perspectivas divergentes sobre la participación de Rusia reflejan una disputa más amplia sobre el mejor enfoque para conservar y desarrollar el legado cultural e histórico de sus respectivas áreas.
Una nueva visión para Europa puede ser producida combinando los conceptos de Faye y Dugin. Aunque se acepta el avance tecnológico, esta visión enfatiza la preservación del patrimonio cultural e histórico de Europa. El concepto de Großraum de Carl Schmitt se utiliza para imaginar Europa como un espacio tecnológico amplio. En esta perspectiva, Europa sería un miembro de un orden multipolar, interactuando con otras civilizaciones de manera cortés. La combinación del énfasis de Faye en la continuidad cultural y la perspectiva multipolar de Dugin permite que Europa mantenga su propio carácter mientras fomenta un orden global más armonioso y pacífico. La dificultad, sin embargo, radica en conciliar estas perspectivas aparentemente contradictorias. Abordar este dilema es fundamental si Europa quiere desempeñar un papel clave en la configuración del futuro del mundo. En lugar de ser identificada por su pasado colonial o su supremacía cultural, la visión propuesta presenta a Europa como líder en tecnología e innovación.
Fuente :https://eurosiberia.substack.com/
Traducción JLM.