Ok

En poursuivant votre navigation sur ce site, vous acceptez l'utilisation de cookies. Ces derniers assurent le bon fonctionnement de nos services. En savoir plus.

El hombre europeo surge en Asia

 

Los investigadores de Atapuerca plantean un nuevo escenario evolutivo

Los investigadores del yacimiento burgalés de Atapuerca han desafiado el modelo clásico de evolución humana. El género Homo, cierto, nace en África, pero no todos los tipos de homínidos han salido de este continente, sino que han desarrollado su evolución hasta convertirse en especies propias que no guardan relación con la cuna africana. Es el caso del hombre europeo, que presenta una identidad específica y que, muy probablemente, ha tenido su origen en Eurasia, en Extremo Oriente, desde donde las poblaciones europeas y asiáticas siguieron caminos diferentes.

Esta hipótesis es la que plantean en dos trabajos recogidos en Journal of Human Evolution, la revista de evolución humana más importante del mundo, dirigidos por el coruñés José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CNIEH), y por la ourensana María Martinón-Torres, responsable del grupo de Antropología Dental del Centro. «Proponemos -apunta Bermúdez- un nuevo escenario evolutivo para entender el género Homo». «África -corrobora Martinón- tiene muy poco o nada que ver con los primeros europeos, que no vienen de África, sino de Asia».

A estas conclusiones se ha llegado a partir de los hallazgos de Atapuerca, donde ha surgido el Homo antecessor hace unos 960.000 años, una especie propiamente europea, y de los trabajos de comparación de dientes fósiles de distintas procedencias realizadas en los últimos años por Martinón-Torres. «Las evidencias -asegura Bermúdez de Castro- son claras, los fósiles que hay en África se parecen entre sí, como los que hay en Europa, pero si los comparas ves que son distintos. La idea que se ha tenido durante mucho tiempo es que todo miembro de la especie Homo surgió en África, pero no».

 

 

¿Una especie nueva?

Una de las claves de esta hipótesis se encuentra en una mandíbula hallada en Atapuerca datada en 1,3 millones de años y que ahora ha ofrecido su última sorpresa. Cuando se presentó al mundo en la portada de la revista Nature en el 2008 se hizo con una adscripción provisional al género Homo antecesor. Pero nuevos análisis realizados por el mismo equipo han corregido la primera versión y ahora se apunta hacia una especie indeterminada pendiente de catalogar. Al menos hasta que nuevos hallazgos permitan esclarecer su origen. «¿Qué es? No lo sabemos -responde la antropóloga dental-, pero es diferente a lo que hemos visto y ahora no tenemos ningún fósil con qué compararlo».

 

De momento, los investigadores no tienen pruebas para sostener la afirmación ante la comunidad científica, pero sospechan de que se trata de una nueva especie anterior al Homo antecessor y con la que comparte parentesco. «Mi olfato me dice que es una especie distinta a lo conocido y una posibilidad es que sea un precedente del Homo antecesor, pero habrá que probarlo», precisa Bermúdez.

 

 

La mandíbula de Atapuerca, en todo caso, pertenece a un homínido con identidad propiamente europea, marcada por su morfología interna. La parte externa de la pieza es de raíz primitiva, algo esperado, pero lo que realmente sorprende es su estructura interna, con características modernas que no guardan relación con la de los homínidos salidos de África. A diferencia de estos, la mandíbula carece de una plataforma ósea horizontal, ya que es vertical.

Fuente La Voz de Galicia

Les commentaires sont fermés.