- Los inmigrantes han mantenido la misma actitud al llegar a tierra
- Sólo han podido ser interceptados cinco, ya que el resto ha huido por Melilla
- El viernes llegó otra patera a las Chafarinas
Con palos y cuchillos. Así recibieron quince inmigrantes que viajaban en una patera a los guardias civiles que acudían a auxiliarlos en alta mar, a unas dos millas de Melilla, cuando trataban de aproximarse a la ciudad con dificultades para navegar por los efectos del temporal.
Los seis agentes del GEAS que salieron en su ayuda han resultado heridos por contusiones y magulladuras en diferentes zonas del cuerpo, y dos de ellos incluso podrían recibir la baja.
Todo ocurrió poco antes de las once de la mañana, cuando la Guardia Civil avistó a lo lejos a una embarcación que en medio del oleaje apenas podía avanzar en su rumbo hacia Melilla. Una patrulla del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) salió entonces a ver qué ocurría, equipada incluso con mantas térmicas y botiquín por si los ocupantes de la barca necesitaban asistencia.
Al aproximarse, los agentes comprobaron que se trataba de una quincena de inmigrantes, que enseguida mostraron sus intenciones al sacar cuchillos y grandes palos con los que intentaban evitar ser interceptados por la Guardia Civil.
Los golpes de los subsaharianos acertaron en todos los miembros del GEAS que salieron en su busca, a los que tampoco hicieron caso en sus requerimientos durante la travesía hasta llegar a la playa de San Lorenzo. Allí les esperaban varias patrullas de la Guardia Civil, con los que mostraron también la misma actitud agresiva e incluso les lanzaron piedras.
Sólo cinco de los quince que viajaban en la patera pudieron ser interceptados por los guardias, ya que los otros diez salieron huyendo adentrándose en el casco urbano de Melilla, siguiendo la misma tónica que los inmigrantes que llegan a la ciudad por vía marítima, a nado o en precarias embarcaciones. Los agentes heridos, por su parte, tuvieron que ir después a Urgencias para ser tratados por contusiones de diversa gravedad y alguno de ellos incluso ha sido sometido a pruebas médicas para comprobar el alcance. La Delegación del Gobierno apunta que dos podrían recibir la baja médica.
No es la primera vez que llegan a Melilla inmigrantes armados con palos. Ya se había visto esta técnica en el perímetro fronterizo, en varios asaltos masivos a la valla, tal y como ha venido denunciando la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la propia Delegación del Gobierno. La agresividad también fue palpable en febrero, cuando tres grupos de inmigrantes entraron por los pasos fronterizos de Melilla subidos en coches kamikaze.
Pero el uso de cuchillos es algo inaudito en los métodos de entrada de inmigrantes en la ciudad autónoma, sobre todo en el caso de las pateras, donde más de una vez la Guardia Civil ha tenido que intervenir para evitar que volcaran.
Otra vez las islas
Esta patera no ha sido la única que ha llegado en los últimos días a los territorios españoles repartidos por el Norte de África. Una pequeña embarcación ocupada por siete subsaharianos, dos de ellas mujeres, llegó el viernes al archipiélago de las Chafarinas. Concretamente a la Isla del Congreso, donde siguen desde entonces, gracias a la atención que les está dispensando el destacamento de la Comandancia General de Melilla encargado de salvaguardar la soberanía de las islas y peñones.
Es la primera patera que llega a estos territorios españoles desde el polémico desalojo de la Isla de Tierra, a principios de septiembre del año pasado. El Gobierno consideró entonces que con esta medida se había cortado de raíz esta vía de entrada irregular, aunque siete meses después se repite la historia. Por ahora, su Delegación en Melilla no ha dado detalles de qué ocurrirá con estos inmigrantes, al menos hasta mañana, cuando podría ampliar la información al respecto.