SUECIA VUELVE AL DINERO EN METÁLICO
Antoine Bourg
Suecia, que lideraba el camino hacia el pago digital completo, está dando marcha atrás. De hecho, el Estado sueco acaba de promulgar una nueva ley que entró en vigor el 1 de enero de 2020, que obligará a los bancos a proporcionar servicios en efectivo. Según la nueva ley, los suecos deben poder retirar efectivo en un radio de 25 kilómetros alrededor de su hogar. Esta ley debe aplicarse al 99,7% de la población y da un año a los bancos para cumplir con las normas, la autoridad de supervisión bancaria tiene derecho a multar a los infractores.
En este país donde todo se puede pagar con tarjeta bancaria, sin un mínimo de compra, desde la suma más pequeña hasta la más grande, cada vez más suecos no tienen monedas o billetes en su billetera. El sistema de pago digital llamado "Swish" es instantáneo por teléfono y vincula su número con su cuenta bancaria. Suecia se enorgulleció temprano de adoptar las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías se celebraban como una señal de una sociedad ágil, rápida y eficiente.
Hasta este 1 de enero de 2020, cuando entró en vigor una ley sobre "la obligación de las instituciones crediticias de proporcionar servicios en efectivo", con disposiciones bastante radicales en esta economía que se ha vuelto completamente digital. Suecia ha llegado al punto en que solo quedan 56 mil millones de coronas en circulación en el país, que representan solo el 1,2% del PIB y el efectivo solo se utiliza en el 6% de las transacciones. El nivel más bajo del mundo, sabiendo que el promedio en la zona euro es superior al 10%. Cada vez más comercios rechazan el efectivo y ¡es legal!
¿Por qué este cambio?
La motivación principal de esta ley y, por lo tanto, de este cambio, es sobre todo social. El dinero digital es mucho más segregador. Implica tener un número de identificación universal, una cuenta bancaria, una residencia fija, lo que los inmigrantes, los turistas o las personas en situaciones de gran precariedad no tienen.
Requiere dominar las herramientas digitales, consultar su cuenta bancaria en una computadora portátil, saber enviar dinero por teléfono.
Exige acceso permanente a la red telefónica e internet, lo que no siempre es el caso en las zonas rurales. Por lo tanto, impide que aquellos que no cumplen estas condiciones compren bienes y servicios. Lo cual es un problema para las personas mayores.
Los ciudadanos también se preocupan por los riesgos en caso de guerra o ciberataque. ¿Qué pasaría con un país sin ningún medio de pago? Entre los jóvenes suecos, este sentimiento está creciendo, ya que además el ejemplo chino sobre el registro electrónico de los ciudadanos a través de sus compras asusta, temen a Big Brother.
También está el Banco Central sueco, preocupado por ver desaparecer un medio de pago que tiene el monopolio, garantizado por el Estado, que se congratuló por esta nueva ley.
Los suecos han logrado una primera victoria con los bancos, pero quedan los comerciantes que han pasado a ser completamente digitales y que rechazan el efectivo ...
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